Mónica Gil - Socia fundadora y asesora fiscal
No te lo vas a creer… pero mi idea inicial era estudiar enfermería.
Tenía pensado entrar a través de un ciclo formativo que diera acceso directo a la carrera (técnico de laboratorio) en vez de por Selectividad.
Pero yo siempre he sido muy de intuiciones.
Y, el día que me tocaba formalizar la matrícula, tuve una que cambió por completo el rumbo de mi vida.
Justo en el momento de rellenar la hoja de inscripción, algo en mi cabeza dijo “yo a esto no me apunto”.
Y de repente, en ese instante, decidí apuntarme a “Administración y finanzas”.
Mis amigas, que a día de hoy son enfermeras, no se lo podían creer.
Recuerdo que me dijeron que estaba loca.
Pero bueno, echando la vista atrás, no decidí tan mal 😉
Cuando acabé la formación, me quedé trabajando en la gestoría donde hice las prácticas. Aprendí mucho allí, pero no me gustaba el ambiente que había ni cómo me hacían sentir.
Un día, vi una oferta de empleo de un tal Juan Gil que encajaba con mi perfil.
Y resultó que encontré mucho más que un trabajo que me gustaba.
Encontré mi segunda casa, un lugar donde era un placer venir cada día.
Trabajar todos esos años con Juan fue maravilloso.
Me lo ha enseñado todo.
Cosas que nadie te enseña en clase.
Gracias a él, a día de hoy tengo una profesión y un negocio.
No sé qué habría pasado si no me hubiera topado con alguien como él. Tal vez me hubiera quemado y hubiera vuelto a mi idea inicial de estudiar enfermería.
Afortunadamente, eso no fue así y aquí estoy desde que acudí a su llamada, hace ya más de 20 años.