Asesoría fiscal en Palma de Mallorca

¿Por qué renunciar a algo si puedes tenerlo todo?

Asesoría fiscal, contable y laboral adaptada a los nuevos tiempos sin renunciar a un trato personalizado y cercano.

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Evita sanciones

Todo en un mismo lugar

¿Cómo podemos ayudarte?

Emprendedores

Libera presión dejando tu gestión fiscal y laboral en nuestras manos.
Emprender es demasiado duro como para hacerlo solo.
Por eso, te acompañamos en todas las etapas para ahorrarte estrés, dinero y tiempo.

Pymes

¿Cansado de no recibir la atención que te mereces?
Te defendemos frente aquellos que intentan quitarte el sueño.
No dejes que Hacienda o la Seguridad Social se queden con más parte del pastel del que toca.

Particulares

La información es poder.
Resuelve tus dudas fiscales o laborales de manera clara y sencilla.
O delega gestiones que te generan estrés, como la declaración de la renta, tramitación de herencias, gestión del patrimonio, alquileres, etc.

Somos casa

¿Te acuerdas de cuando eras pequeño y jugabas al pilla-pilla?

Cuando sentías el aliento de tu perseguidor en la nuca, lo único que te hacía recuperar la calma era tocar «casa».

Llegar a ese espacio seguro en el que nada malo podía pasar.

Nosotras aspiramos a ser tu «casa», ese lugar donde puedas compartir tus dudas y preocupaciones y salir más ligero que cuando entraste.

Formamos equipo con nuestros clientes… y al equipo nunca se le abandona.

Así nos lo han inculcado y así lo sentimos.

Por eso, durante la pandemia que sufrimos en 2020, nosotras decidimos arrimar el hombro en vez de ahogarlos más…

Mientras otros añadieron más presión a los empresarios, nosotras les dimos oxígeno

Por ejemplo, aplicamos grandes descuentos a todos aquellos clientes que se vieron obligados a cerrar su negocio por imposición legal.

No facturamos ningún cargo por la gestión de los ERTE hasta que cada cliente pudo recuperar su actividad.

Además, dimos facilidades de pago prorrateando esos cargos para que lo pudieran pagar cómodamente.

Y, sobre todo, no nos aprovechamos de la situación para cobrar importes desorbitados por las gestiones realizadas.

Todo por propia voluntad. Sin que nadie nos lo pidiera.

Porque somos casa, no un simple proveedor de servicios

Así empezó todo...

El germen de lo que somos hoy en día, se originó hace más de 30 años de la mano de Juan Gil, la persona que nos hizo amar esta profesión desde nuestros inicios.

Tras más de una década trabajando por cuenta ajena, decidió emprender en 1993 y sembrar la semilla de lo que hoy es Gil&CO.

Y, desde 1998 (Eva) y 2002 (Mónica), tuvimos la suerte de acompañarlo en su camino hasta que decidió jubilarse.

Llegado ese momento, confió en nosotras para seguir dando servicio a sus clientes.

Clientes que, después de tantos años, muchos se habían convertido en amigos.

La verdad es que fue un reto para nosotras que asumimos con gran responsabilidad.

Y nos sentimos orgullosas de que, esas personas con las que llevábamos años trabajando codo con codo, confiaran en nosotras para seguir cuidando de ellas.

Juan nos enseñó muchas cosas, más allá de la profesión

Nos inculcó la importancia de tratar a los clientes como si fueran familia.

A ser siempre honestas y poner por encima sus intereses frente a los nuestros propios.

A valorar y motivar a las personas que trabajan con nosotras día a día. Primero porque es lo justo y segundo porque teniendo un buen ambiente de trabajo, todo es más fácil.

Nosotras cogimos el testigo en 2019 cuando Juan decidió jubilarse, tras 20 años trabajando a su lado.

Desde entonces, hemos seguido su ejemplo a la vez que hemos incorporado mejoras y avances tecnológicos.

Y, al igual que él, hemos elegido a grandes profesionales y mejores personas, para acompañarnos en nuestro camino laboral.

Personas que comparten nuestra filosofía de trabajo y capaces de atenderte igual (o mejor) que nosotras mismas.

Nos adaptamos a los nuevo tiempos

Al fundar Gil&CO tuvimos claro que teníamos que abrirnos a las nuevas tecnologías para agilizar nuestros procesos y prestarte un servicio más rápido y cómodo.

Pero siempre siendo fieles a nuestra esencia y sin renunciar al contacto directo contigo (salvo que tú así lo prefieras, claro).

Nos sentimos profundamente agradecidas a Juan por habernos ayudado a crecer como profesionales y como personas, pero sobre todo, por enseñarnos la importancia de escoger y cuidar a los nuestros.

Eva Cobo y Mónica Gil
(Fundadoras de Gil&CO)

Y tú, ¿qué decides?

¡Rebosamos buen rollo!

Cuidamos a nuestro personal ofreciéndole buenas condiciones laborales y buen ambiente.

Tenemos un equipo cualificado, competente y motivado.

Y eso repercute directamente en la atención que recibes.

Mira, hace un tiempo hicimos una encuesta anónima para evaluar la satisfacción de nuestros clientes y los resultados nos sorprendieron mucho…

¿Sabés cuál fue la mayor queja que nos encontramos?

¡Los caramelos de la entrada!

Ya fuera porque no había siempre o porque no eran del gusto de los encuestados.

Al ver las respuestas nos reímos, pero también nos sentimos muy orgullosas.

Algo estamos haciendo bien si nuestros clientes tienen que recurrir a los caramelos para poder decir algo malo de nosotras.

Eso sí, de forma inmediata tomamos nota del problema y le pusimos solución:

Ahora siempre tenemos caramelos y hemos cambiado de marca 😜

Pero lo que no cambiamos, bajo ningún concepto, ¡es el equipazo que formamos!

¿Quieres ponernos cara?

Eva Cobo - Socia fundadora y asesora fiscal

(Colegiada nº 1043 en Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Baleares)

Como siempre me gusta decir, la profesión me eligió a mí.

Cuando eres joven, normalmente no tienes ni idea de “qué quieres ser de mayor”.

Y justo ese era mi caso.

Me apunté a administrativo porque se decía que era lo que tenía más salida.

Al acabar, hice una formación específica sobre fiscalidad que fue clave para que Juan me eligiera para trabajar con él.

Compartir más de 20 años a su lado ha sido un lujo y un regalo.

Siempre lo he considerado como un segundo padre.

Cuando decidió jubilarse y dejar en nuestras manos a sus clientes, sentí orgullo y responsabilidad a partes iguales.

Porque él nos dejó el listón muy alto y si decidíamos seguir, era imprescindible mantenerlo igual.

Aunque, en realidad, llevaba mucho tiempo preparándome para ese momento.

Por ejemplo, haciendo un esfuerzo extra durante años para compaginar el trabajo con la Universidad y estudiar Empresariales, e ir adquiriendo cada vez más responsabilidades dentro de la empresa.

Eso sí, nos estrenamos a lo grande

Al poco de empezar nuestra andadura en solitario, nos tocó vivir uno de los momentos más complejos al lado de nuestros clientes: gestionar por primera vez en la historia una pandemia mundial con todas las consecuencias que tuvo sobre los negocios.

Pero, como se suele decir, aquello que no te destruye, te hace más fuerte.

Nuestra filosofía de ir todos a una nos ayudó a superar esa etapa de la mejor forma posible.

Porque en los momentos duros es cuando descubres realmente a quién tienes al lado: un aliado o un simple proveedor de servicios.

Nosotras apostamos por ser lo primero… de los segundos ya hay muchos.

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Mónica Gil - Socia fundadora y asesora fiscal

No te lo vas a creer… pero mi idea inicial era estudiar enfermería.

Tenía pensado entrar a través de un ciclo formativo que diera acceso directo a la carrera (técnico de laboratorio) en vez de por Selectividad.

Pero yo siempre he sido muy de intuiciones.

Y, el día que me tocaba formalizar la matrícula, tuve una que cambió por completo el rumbo de mi vida.

Justo en el momento de rellenar la hoja de inscripción, algo en mi cabeza dijo “yo a esto no me apunto”.

Y de repente, en ese instante, decidí apuntarme a “Administración y finanzas”.

Mis amigas, que a día de hoy son enfermeras, no se lo podían creer.

Recuerdo que me dijeron que estaba loca.

Pero bueno, echando la vista atrás, no decidí tan mal 😉

Cuando acabé la formación, me quedé trabajando en la gestoría donde hice las prácticas. Aprendí mucho allí, pero no me gustaba el ambiente que había ni cómo me hacían sentir.

Un día, vi una oferta de empleo de un tal Juan Gil que encajaba con mi perfil.

Y resultó que encontré mucho más que un trabajo que me gustaba.

Encontré mi segunda casa, un lugar donde era un placer venir cada día.

Trabajar todos esos años con Juan fue maravilloso.

Me lo ha enseñado todo.

Cosas que nadie te enseña en clase.

Gracias a él, a día de hoy tengo una profesión y un negocio.

No sé qué habría pasado si no me hubiera topado con alguien como él. Tal vez me hubiera quemado y hubiera vuelto a mi idea inicial de estudiar enfermería.

Afortunadamente, eso no fue así y aquí estoy desde que acudí a su llamada, hace ya más de 20 años.

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Cati Solà - Responsable Dpto. laboral

Me gusta poder ayudar a los clientes a resolver los problemas y también a los trabajadores.

Creo que todas las piezas del puzle son importantes para el triunfo de la empresa.

Siempre soy sincera y aconsejo hacer las cosas bien para evitar problemas en un futuro.

Pienso que es como los médicos, tienes que decir la verdad y luego que cada uno tome su decisión con conocimiento, buena o mala, pero que nunca puedan decir “eso no lo sabía o no me lo dijiste”.

A nivel personal, me gusta caminar cerca del mar, practicar yoga, leer, la arquitectura, la decoración, el arte, los caballos…

Pero si hay algo que me fascina, son las mariposas y disfrutar de mi familia.

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Annabel Solà - Técnico Dpto. laboral y contable

En el terreno laboral, lo que verdaderamente me importa es ofrecer a los clientes una buena atención, y transmitirles confianza y seguridad.

Procurando siempre dar soluciones adecuadas a los distintos problemas que puedan terciarse.

En lo personal, soy aficionada a la lectura, al Yoga, a las excursiones por la montaña y a los paseos por la orilla del mar.

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Carlos Martín - Técnico Dpto. contable

Soy el más joven del equipo, pero me estoy preparando a conciencia. Compagino mi trabajo aquí con mis estudios de Administración y Dirección de Empresas.

Me gusta trabajar en equipo para aprender día a día de la experiencia de mis compañeras.

Mi objetivo es poder ayudar a nuestros clientes en lo que necesiten y poder resolver sus dudas.

En mi tiempo libre, me gusta hacer ejercicio, hacer planes con amigos, tocar el piano y me interesa el mundo del motor.

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Carlos Martín - Técnico Dpto. contable

Cuando decidí emprender lo hice junto a un socio.

Con el tiempo, la relación entre ambos se fue deteriorando, pero el despacho seguía creciendo y tuvimos que contratar más personal.

Entre esas nuevas contrataciones, se encontró Eva, una joven de apenas 19 años sin experiencia, pero con un enorme entusiasmo, perseverancia y ganas de aprender.

Desde el primer momento vi en ella un gran potencial y me convertí en su mentor.

Como las discrepancias con mi socio fueron en aumento, tomé la difícil decisión de separar nuestros caminos y empezar una nueva etapa en solitario.

Eso sí, quería que Eva me acompañara en esta nueva aventura.

Cuando se lo propuse, aceptó sin dudarlo ni un minuto.

Gracias al trabajo de ambos, el negocio comenzó a crecer rápidamente.

Así que no pasó mucho tiempo antes de que tuviera que contratar a una segunda empleada, esta vez con experiencia, para manejar la creciente carga de trabajo.

Así fue como llegó Mónica al despacho. Una profesional seria y competente que se integró sin problemas en el equipo.

Para mí siempre ha sido muy importante crear un ambiente colaborativo y comprometido.

Eva y Mónica formaban un equipo formidable.

Ambas mostraban una dedicación que iba más allá de lo común.

Si quedaba trabajo pendiente al finalizar su horario, se quedaban sin necesidad de que nadie se lo pidiera. Solo por el deseo de cumplir con las responsabilidades que ellas mismas se habían autoimpuesto y asegurar la satisfacción de los clientes.

Sin duda, en los momentos complicados que la vida te manda sin preaviso, es cuando uno realmente comprueba quiénes son las personas que de verdad están a tu lado y en las que puedes confiar y apoyarte para superar estos trances.

A mí me tocó descubrirlo cuando a mi hijo le diagnosticaron una enfermedad grave y tuve que ausentarme del despacho justo en pleno trimestre.

Eva y Mónica me dijeron que me fuera tranquilo porque ellas se encargarían de todo.

La verdad es que nunca supe exactamente cómo lo hicieron, pero al regresar encontré todo en perfecto orden, con todos los trabajos terminados y entregados a tiempo.

Por eso, y por mucho más, les estaré eternamente agradecido.

Y, con el paso inexorable del tiempo, llegó el momento de mi jubilación y les ofrecí continuar con el negocio, ahora ya como empresarias.

Ahora, bajo la dirección de las reconvertidas Eva y Mónica, y gracias a su dedicación y compromiso y sobre todo a un enorme esfuerzo personal, el despacho ha seguido prosperando, manteniendo los valores de compromiso y excelencia que les inculqué.

Ahora que ya nos conoces, ¿quieres unirte a la familia Gil&CO?

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Todo en un mismo lugar

Así empezó todo...

Nuestro trabajo está siempre marcado por fechas y plazos.

Fechas y plazos que debemos cumplir para que no tengas ningún problema ante las diferentes administraciones.

Eso hace que, en momentos muy puntuales, tal vez sientas que no te contestamos todo lo rápido que te gustaría.

En muchas ocasiones, porque algunos clientes (seguro que tú no), nos envían la documentación a última hora y eso hace que en unos pocos días tengamos que tramitarlo todo.

Aún así, hacemos siempre todo lo posible por atenderte de forma rápida y eficaz y, si se trata de algo urgente, siempre encontramos la forma de poder hacer un hueco.

Solo hay que distinguir entre urgente e importante.

Algo puede ser importante, pero no urgente.

Es decir, que no va a pasar nada por hacer esa gestión dos días después.

En cambio, presentar un impuesto un día después del plazo, acarrea sanciones y problemas.